Estado federal, regional, unitario... Estructuras políticas en Europa

Publicado el 01/09/2021 | La rédaction

La estructura de los Estados, que distribuye el ejercicio del poder político sobre sus territorios nacionales, varía mucho de un país europeo a otro. Aunque existe una tendencia general a la descentralización, los modelos federales siguen siendo la excepción dentro de la Unión.

Desde la República Federal de Alemania hasta la "única e indivisible" República Francesa, desde la Confederación Suiza hasta los Estados "regionalizados" de España e Italia, Europa cuenta con una gran variedad de organizaciones territoriales y políticas.Desde la República Federal de Alemania hasta la "única e indivisible" República Francesa, pasando por la Confederación Suiza o los Estados "regionalizados" de España e Italia, Europa alberga una gran variedad de organizaciones territoriales y políticas. La estructura de los Estados corresponde a la distribución de los poderes políticos en el territorio de un país y al reparto de competencias entre las diferentes entidades soberanas que los componen. Se define en la constitución de los estados miembros y puede cambiar con el tiempo.

Las diferentes estructuras estatales

El Estado unitario, la forma más común en Europa, África y Asia, se caracteriza generalmente por la unidad territorial y política. Está gobernado por una única autoridad central, que concentra la mayoría o todos los poderes del Estado y los ejerce de manera uniforme en todo el territorio nacional. La unidad de un Estado no impide un cierto nivel de desconcentración (existencia de autoridades deslocalizadas del Estado central, como los prefectos en Francia), o de descentralización. En este último caso, los representantes de las unidades descentralizadas (como las regiones, departamentos o municipios franceses) son elegidos localmente y gestionan y administran los servicios públicos bajo la supervisión del Estado. Sin embargo, sólo tienen las competencias que les ha atribuido el Estado central, y no ejercen el poder legislativo.

El Estado federal, a diferencia del Estado unitario, se compone de varias entidades, denominadas genéricamente estados federados (estados americanos, o Länder alemanes). Unidos por una constitución federal, cada uno de estos estados tiene también su propia constitución y poderes ejecutivos, legislativos y judiciales autónomos. La Constitución federal organiza el reparto de competencias entre el nivel federal y los estados. El nivel federal suele ser responsable de los poderes soberanos (diplomacia, defensa, moneda, etc.), mientras que las demás políticas (sociales, culturales, de infraestructuras, etc.) y los asuntos cotidianos suelen ser responsabilidad de los estados federados. Los estados también están representados a nivel federal en la cámara alta del parlamento bicameral y participan en cualquier cambio de la constitución federal que los una.

Entre estos dos modelos, está surgiendo un nuevo tipo de Estado: el Estado regional. Fruto de una fuerte política de descentralización, esta variante del Estado unitario se aproxima al modelo federal, pero no adopta todas sus características. Las regiones tienen así una cierta autonomía política, competencias (sanitarias, sociales, etc.) que van más allá del simple papel administrativo del Estado federal.Las regiones tienen cierta autonomía política, competencias (sanitarias, sociales, etc.) que van más allá del simple papel administrativo de las unidades descentralizadas y, en algunos casos, un poder legislativo limitado bajo el control del Estado. Por otro lado, no tienen una constitución propia (ordenamiento jurídico único) y no participan en la toma de decisiones a nivel nacional. Por último, es frecuente la diferenciación entre regiones, siendo algunas más autónomas que otras (autonomía rápida para algunas comunidades españolas, o autonomía "ampliada" para cinco regiones italianas).

La confederación, un caso especial

Una confederación está formada por entidades independientes que forman una alianza, pero a diferencia del modelo federal, no renuncian a su propia soberanía.

En el pasado, algunos estados han tenido una organización confederal: Estados Unidos fue una confederación hasta la redacción de la constitución americana en 1787; la actual Alemania estuvo gobernada por varias confederaciones durante parte del siglo XIX; y Suiza, que sigue siendo oficialmente una confederación, era una confederación de estados.y Suiza, que sigue llamándose oficialmente "Confederación Suiza", toma su nombre de las confederaciones de cantones que precedieron a la creación del Estado federal suizo entre 1291 y 1848.

Dado que la noción de Estado está ahora muy condicionada por la idea de una única representación internacional, ninguno de los Estados reconocidos internacionalmente está organizado de forma confederal: los sistemas políticos que más se parecen a las confederaciones son las organizaciones internacionales (ONU, Commonwealth, Benelux...).

En Europa, el modelo histórico de Estado unitario, más o menos centralizado, sigue siendo dominante: sólo tres Estados miembros de la UE son Estados federales (Alemania, Austria y Bélgica). España e Italia (y, fuera de la UE, el Reino Unido) pueden considerarse estados regionales.

Estas excepciones surgen de contextos históricos específicos. Las repúblicas federales creadas en Alemania y Austria tras la Segunda Guerra Mundial, moldeadas por los Aliados, también descienden de las estructuras federales y confederales que dominaron el pasado.Las repúblicas federales creadas en Alemania y Austria tras la Segunda Guerra Mundial, configuradas por los Aliados, descienden también de las estructuras federales y confederales que dominaron Europa Central en el último milenio (la Liga Hanseática, el Sacro Imperio Romano Germánico, el Imperio Austrohúngaro, etc.). El proceso de descentralización italiano también puede considerarse una marca de la historia del país, que durante mucho tiempo estuvo formado por una serie de principados, ciudades comerciales y estados pontificios antes de su unificación a finales del siglo XIX.

La presencia de varias naciones dentro de un mismo Estado también favorece el federalismo o la descentralización. Es el caso de Bélgica, dividida entre flamencos y valones (Bruselas es la tercera entidad federada), o del Reino Unido, donde las naciones escocesa, galesa y norirlandesa obtuvieron gobiernos descentralizados a finales de los años 90. España, por último, ha promovido la autonomía de sus comunidades en respuesta a las demandas nacionalistas vascas o catalanas.

Aunque los Estados europeos siguen siendo libres de elegir su organización política, la integración europea ha ido acompañada de una tendencia a la descentralización. El principio de subsidiariedad, consagrado en el Tratado de Maastricht, favorece la toma de decisiones a nivel local si los niveles superiores de gobierno no resultan más eficaces. Además, el aspecto cosmopolita de la construcción europea ha resultado ser un terreno fértil para las reivindicaciones nacionalistas y los movimientos regionalistas, que empujan a los Estados a dar más autonomía a sus regiones.

¿Es la Unión Europea un Estado federal?

Ni verdaderamente confederal ni verdaderamente federal, la UE es una organización híbrida o sui generis ("de su propia especie" en latín)

En muchos aspectos, la estructura de la Unión Europea se aproxima a un modelo federal. Tiene instituciones "centrales", con poderes ejecutivos, legislativos y judiciales. Sus tratados pueden equipararse a una constitución, y el derecho europeo, que prevalece sobre el nacional, se aplica directamente a los ciudadanos europeos. El poder legislativo dentro de la Unión está dividido entre varios niveles, y los estados comparten la soberanía con ella.

Sin embargo, las competencias exclusivas de la UE (competencia, comercio internacional, política monetaria, etc.) son limitadas, esencialmente económicas (los Estados conservan su soberanía en la mayoría de los ámbitos), y emanan de los Estados miembros. La Unión Europea no está reconocida como Estado federal por ningún otro Estado, y no tiene una única representación internacional. Por último, los Estados miembros tienen la posibilidad de recuperar su soberanía en cualquier momento retirándose de la UE.

Fuente: www.touteleurope.eu


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