Congo/ Desarrollo: En Kibina, el agua se convierte en fuente de inspiración

Publicado el 03/12/2025 | La rédaction

Congo

El 25 de noviembre, la fundación congoleña Burotop Iris inauguró un moderno pozo de sondeo en Kibina, en el distrito 8 de Madibou, a unos 17 kilómetros del centro de Brazzaville. Es la culminación de años de sed a los que nadie había hecho caso.

Durante décadas, las mujeres de Kibina han conocido una geografía de sacrificios. Pozos poco fiables, manantiales impredecibles, un pantano plagado de peligros: había que elegir cada día. Y cada elección tenía un coste, en tiempo, salud y dignidad. Madeleine Mbemba, madre de tres hijos, cuenta con una sonrisa finalmente liberada: "Teníamos que caminar al menos dos kilómetros para encontrar agua. Durante la estación seca, los manantiales se secaban y utilizábamos cualquier agua que encontrábamos. Los niños enfermaban a menudo. Ahora abrimos el grifo y se acabó. Pero, sobre todo, es agua sana. "

Esta revolución silenciosa se la debe a la Fundación Burotop Iris, una organización congoleña que trabaja en educación, sanidad y protección social en el país desde 2008. El pozo de Kibina responde plenamente a esta misión. Situado a 57,5 metros de profundidad, está equipado con una bomba sumergible de 120 metros cúbicos y un depósito de almacenamiento de 5.000 litros. Un ingenioso sistema híbrido garantiza la continuidad. Energía solar primero, con electricidad de respaldo durante los periodos de luz solar insuficiente.

"Cuando vemos que las madres utilizan esta agua, nuestra misión cobra sentido".

Romaine Gangoyi, Jefa de Operaciones de la Fundación Burotop Iris, no puede contener la emoción al recordar este proyecto. En la ceremonia de inauguración, a la que asistieron el alcalde de Madibou, Alain Milandou, y las autoridades administrativas y militares del distrito, explicó el profundo significado de este compromiso: "Esta perforación responde plenamente a nuestro compromiso social: emprender acciones concretas para mejorar la vida de nuestras comunidades. Las obras se llevaron a cabo según lo previsto, del 9 de agosto al 20 de septiembre, pero lo que realmente nos emocionó fue ver a las madres utilizando esta agua durante sus consultas. Es en estas escenas cotidianas donde nuestra misión cobra todo su sentido. "

Antes de este proyecto, el centro sanitario integrado de Kibina tenía que recurrir regularmente a agua de dudosa calidad. La Sra. Gangoyi señala que el agua del pozo ha sido sometida a rigurosos análisis fisicoquímicos y biológicos por el laboratorio central de la Congolaise des Eaux. El diagnóstico es inequívoco: es apta para el consumo humano.

El centro de salud respiraba con dificultad

El centro de salud integrado de Kibina es el único establecimiento médico del distrito. Con sus quince empleados y una directora, la comadrona Marie Thérèse Kivouvou, atiende a unos seis pacientes al día. Una cifra modesta a primera vista, pero significativa para una zona en gran medida desprovista de infraestructuras sanitarias.

"Esta agua está cambiando profundamente nuestro trabajo", dice Kivouvou, con voz tranquila pero llena de convicción. "Antes teníamos que comprar agua o mendigarla. Era cara y poco fiable. Hoy podemos concentrarnos en nuestros pacientes sin esa preocupación constante. Nuestras embarazadas, nuestros pacientes, todos se benefician de agua de calidad para las consultas, la higiene y la atención posparto. "

Pero la Sra. Kivouvou no lo oculta. Otras heridas siguen abiertas. La falta de ambulancia convierte cada urgencia obstétrica en una pesadilla. La carretera de Madibou a Kibina está en mal estado, lo que a veces obliga a las embarazadas a dar a luz en casa. Para el director del CSI, sin embargo, este pozo representa un progreso tangible: "Es un primer paso. Cuando no tienes nada, recibes lo que llega como una bendición. "

Más que agua limpia

La inauguración, celebrada por el alcalde Alain Milandou y las autoridades locales, sigue siendo la primera etapa de un cohete que debe ir más alto. La Plataforma de Desarrollo Madibou, que ayudó a Burotop Iris a supervisar el proyecto, ha prometido proseguir su labor de sensibilización. Pero en Kibina no se hacen ilusiones. Un pozo de agua, aunque sea eficaz, no es la solución a la pobreza crónica, la falta de ambulancias o el estado ruinoso de las carreteras.

Madeleine Mbemba adopta una postura tiernamente pragmática: "Este pozo significa salud para nuestros hijos. El agua limpia previene enfermedades. Y ahorra tiempo, tiempo que pueden dedicar a la escuela o al trabajo en lugar de correr a buscar agua. " Hace una pausa y añade con tranquila certeza: "Que la Fundación Burotop Iris sea bendecida. Y que otros como ella vengan a ayudar a los barrios olvidados. "

Sobre las chapas del distrito 810, se alza ahora un pozo de sondeo teñido de gris, modesto pero inquebrantable. En Kibina ya se le conoce como "el agua de la vida". Un apodo sencillo, tal vez, pero que lo dice todo: años de espera, de esperanza y, finalmente, de acogida.

Fuente: www.adiac-congo.com/


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