Bélgica/Jóvenes y comprometidos: cuando los trabajos de verano cobran sentido

Publicado el 23/07/2025 | La rédaction

Bélgica

En plena temporada estival, muchos jóvenes cambian los empleos tradicionales en supermercados o establecimientos de comida rápida por prácticas en la comunidad. Es una elección que combina remuneración e impacto social positivo, revelando una generación más preocupada por dar sentido a sus primeros pasos en el mundo laboral.

"Quería un trabajo con sentido

"Me parece fabuloso que las personas que no pueden usar las piernas puedan respirar aire fresco y pasear por el bosque", dice Marie-Claire, que prefiere un trabajo "con sentido" a trabajar en un supermercado. Su experiencia ilustra una tendencia creciente entre los jóvenes a buscar trabajos estacionales que se ajusten a sus valores.

En Valonia, el programa "Été Solidaire " lleva tres décadas transformando el concepto mismo de trabajo de verano. Con una remuneración de 8 euros netos por hora, estos jóvenes están descubriendo que su valor no se mide sólo por su poder adquisitivo, sino por su capacidad para transformar positivamente su entorno.

Algo más que un medio de vida

Más allá del aspecto económico, estas experiencias laborales de verano ofrecen a los jóvenes una inmersión en el mundo laboral al tiempo que les permiten comprometerse concretamente en acciones cívicas que tienen un impacto directo en su comunidad. Las habilidades adquiridas - puntualidad, responsabilidad, trabajo en equipo - se complementan con un aprendizaje más profundo sobre empatía y solidaridad.Este año, las ciudades y municipios participantes han recibido 1.390.480 euros en subvenciones para que 2.483 jóvenes, de los cuales al menos el 50% se encuentra en situación vulnerable, puedan trabajar en julio y agosto.

La ASBL Volont'R ofrece un enfoque diferente al supervisar a jóvenes a partir de 17 años en tareas de voluntariado. Clémentine, de 17 años, hizo prácticas de observación en el hospital de Libramont: "Estoy aquí para ayudar a los demás, pero también para conocer los diferentes trabajos del hospital.

Las personas en el centro de la experiencia

Emma, también voluntaria en pediatría, destaca la dimensión humana de su compromiso: "A veces te encariñas con la gente, con las mamás. También me hizo darme cuenta de que no todo es tan fácil después del parto, que no todo es de color de rosa y bonito".

Estas iniciativas tienden puentes entre mundos que rara vez se codean: jóvenes y mayores, barrios populares e instituciones públicas. " Devuelve un poco de vida", dice Marc, de 68 años, uno de los beneficiarios de estas iniciativas, subrayando la importancia del diálogo intergeneracional que tiene lugar.

Reparar el tejido social

La originalidad de estos programas reside en su dimensión de experimentación social. Sin alardes, permiten a los jóvenes desarrollar una conciencia de ciudadanía a través de la práctica y no de la teoría. Como explica Hélène Errembault, de ASBL Volont'R : "Acogemos a gente de todas las edades, pero nos centramos realmente en los jóvenes y les damos la oportunidad de descubrir que pueden implicarse en la sociedad".

Cada año, miles de jóvenes forman una red invisible de "reparadores" del tejido social, transformando la experiencia laboral en una escuela de ciudadanía y el dinero de bolsillo en un vehículo de emancipación colectiva. Lejos de los tópicos sobre jóvenes desvinculados, estas iniciativas demuestran que, si se les ofrece el marco adecuado, los adolescentes están dispuestos a implicarse en la construcción de una sociedad más solidaria, al tiempo que preparan su futuro profesional.

Fuente: www.rtbf.be/


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