"Nuestra amistad nunca ha flaqueado a lo largo de los años", afirma la alcaldesa Marie-Noëlle Biguinet. Al final de la jornada del sábado, el ayuntamiento estaba abarrotado. Aquí se oía hablar francés, allí alemán. La recepción, a la que asistieron un centenar de personas, continúa la celebración del 75 aniversario del hermanamiento entre Montbéliard y Ludwigsburg. "El primero entre una ciudad francesa y una alemana desde la Segunda Guerra Mundial", afirma el alcalde.

Una unión que ha ganado varios premios

En 1950, Lucien Tharradin, entonces alcalde de la Ciudad de los Príncipes, inició una asociación con la ciudad alemana situada a 300 km, en los suburbios del norte de Stuttgart. La asociación entre ambas ciudades obtuvo varios galardones: el Premio Francia-Alemania en 1975, la Bandera de Honor del Consejo de Europa en 1989 y el Premio de Gaulle-Adenauer en 1990. Por parte francesa, acompañan a los concejales miembros de asociaciones colaboradoras como Vélocité. Por parte alemana, Matthias Knecht, el homólogo del otro lado del Rin, está rodeado por una delegación de unas 50 personas. "Estoy orgulloso de que la gente haya tenido el valor de dar un paso hacia la amistad después de la guerra", afirma. Los días 8 y 9 de mayo, Marie-Noëlle Biguinet recibió en Ludwigsburg la medalla de ciudadana de honor de la ciudad. El 21 de junio, le tocará a ella condecorar a los participantes en el hermanamiento con una medalla diseñada y elaborada por los alumnos de la sección de joyería del Lycée des Huisselets.

Tiempo para la música

El resto de la velada está dedicado a la música, con un concierto del grupo Latin Touch de la escuela de música de Ludwigsburg, seguido de otro de la banda de música local, acompañada para la ocasión por la Stadtkapelle de la ciudad alemana.

Fuente: www.estrepublicain.fr/