Francia/ En la región de Eure, la fábrica de Sika juega la carta del desarrollo sostenible

Sika, implantada en Damville, en el departamento de Eure, desde hace 50 años, ha dado un salto cualitativo con la construcción de una ampliación de 3.200 m2 y la instalación de 1.000 m2 de paneles solares.

En el emplazamiento de Minières, en Damville(Eure), confluyen dos historias industriales. La de dos ingenieros químicos. Un suizo que, en 1910, desarrolló un aditivo impermeabilizante de fraguado rápido para morteros que dio origen a una de las principales empresas químicas mundiales de la construcción (Sika), y un francés que, en 1952, inventó un aglutinante para fabricar paneles de isorel.

Este último, fundador de Cégécol, instaló su planta química en el distrito ¹³ de París antes de trasladarse a Damville donde, en 1960, creó su empresa cerca de la estación para lanzar la producción de cola líquida y mortero-cola para la construcción. "El emplazamiento era pequeño y cerrado. En 1973, lanzó la construcción de Cégécol 2 en el polígono de Minières", prosigue Jean-Marie Leguen.

Comprada por Sika en 2013

Especializada en la fabricación de adhesivos y revestimientos para baldosas y suelos flexibles, Cégécol siguió operando en la zona de Minières, conservando el emplazamiento de la estación hasta 2005. Ocho años más tarde, la empresa pasó a formar parte de Sika France en 1973. "Cégécol se ha convertido en una marca Sika", resume el jefe de obra desde 2011. "Es una de las diez plantas del grupo en Francia", añade Elena Neto, responsable de comunicación de Sika Francia.

La planta de Damville ha abierto una nueva vía al completar la gama de productos de Sika en los sectores de suelos y sistemas de impermeabilización, así como en el boyante sector de la renovación. Además de su capacidad de producción de 70.000 toneladas anuales, la planta se ha convertido en el centro logístico de todos los productos de acabado interior fabricados en las plantas del grupo. "Nuestra capacidad de almacenamiento era muy escasa", la empresa acaba de inaugurar dos ampliaciones de 1.600 m2. Un espacio de almacenamiento de 100.000 toneladas anuales destinado a optimizar los flujos logísticos, las cargas y los costes de transporte.

Comprometida con el desarrollo sostenible, Sika aspira a conseguir emisiones netas de CO2 nulas. En el marco de este objetivo, la planta de Damville se ha equipado con 1.000 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos y ha cambiado toda su flota de cargadores a energía eléctrica. Los resultados son convincentes. "En los tres primeros meses, consumimos un 35% menos de electricidad, y este verano hemos pasado un día en total autonomía", afirma Jean-Marie Leguen.

Sika Damville emplea a una treintena de personas, que trabajan en la producción, el control de calidad, el embalaje y la expedición de los 50 productos fabricados in situ.

Fuente: actu.fr/normandie/