Saint-Martin: cinco nuevos diplomados del DELF, símbolo de la lucha contra el analfabetismo
En Quartier d'Orléans, se podía ver el orgullo en sus caras. Cinco adultos recibieron sus diplomas de lengua francesa (DELF) en el marco de las Journées nationales d'action contre l'illettrisme 2025. Fue una ceremonia modesta pero significativa, organizada por Jielle Formation, en presencia del prefecto Cyrille Le Vély, el vicepresidente de la colectividad Dominique Louisy y el vicerrector Harry Christophe.
"El analfabetismo no es una fatalidad, sino una realidad silenciosa", afirma Joceline Laurent, directora del centro, que trabaja desde 2016 con las personas más alejadas de la palabra escrita. Sus equipos salen al encuentro de las personas, tanto en los barrios como en las zonas rurales, construyendo itinerarios a medida en función de las necesidades económicas locales. La formación en el puesto de trabajo, los períodos de prácticas y el apoyo reforzado son medios para recuperar la confianza y abrir perspectivas profesionales.
En la ceremonia, varios participantes subrayaron la magnitud del reto. France Travail hizo hincapié en los obstáculos que encuentran muchos usuarios a la hora de realizar trámites digitales, mientras que los Compagnons Bâtisseurs destacaron sus talleres de integración social. El operador de competencias AKTO, por su parte, subrayó la importancia de apoyar a las empresas y a sus empleados en la mejora de sus competencias.
Pero fueron sobre todo los ganadores quienes dieron al acto su dimensión humana. Cada uno de ellos expresó su orgullo por haber alcanzado este hito y su deseo de continuar su aprendizaje. Un poderoso símbolo, dado que la lucha contra el analfabetismo y su contrapartida digital, el analfabetismo electrónico, sigue siendo una prioridad nacional.
Tanto para el Estado como para las autoridades locales, se trata de una batalla decisiva: garantizar la igualdad de oportunidades, capacitar a los ciudadanos y favorecer la inserción profesional. En Saint-Martin, donde faltan cifras precisas pero las necesidades son visibles, cada diploma concedido se convierte en mucho más que un certificado: es una victoria contra el silencio de la exclusión.
Fuente: www.opinion-internationale.com/