Fondo Senegal/Maïssa: las directoras africanas se comprometen a cambiar la narrativa sobre la mujer
Directoras africanas de seis países de la subregión expresaron su voluntad de trabajar para cambiar la narrativa sobre las mujeres con el fin de representarlas mejor en la pantalla.
Asumieron este compromiso en una mesa redonda celebrada el lunes en Dakar sobre el tema "Llevar nuestras voces, los retos y el poder de las narrativas femeninas. Una conversación sobre el lugar de las mujeres en la narración, la creación y la representación".
Las participantes, todas ellas beneficiarias del "Fonds Maïssa", creado por la Embajada de Francia en Senegal, aprovecharon la ocasión para expresar su deseo de cambiar la situación y poner de relieve el talento de las mujeres.
"Es muy importante para esta generación de mujeres directoras y técnicas poder dar a conocer nuestras historias", declaró la directora y actriz senegalesa Mamyto Nakamura.
La narración femenina va más allá del simple acto de contar historias, sostiene.
Es un acto político, un acto de resistencia y compromiso", añade Mamyto Nakamura, que cree que "representar a la mujer, a la niña, a la niña, de una manera diferente, es una forma de vida".Es un acto político, un acto de resistencia y de compromiso", añade Mamyto Nakamura, que cree que "representar a las mujeres y a las niñas senegalesas de otra manera en la pantalla" no es "una carga, sino una obligación".
Denuncia una determinada imagen de la mujer que se transmite a través de la pantalla y la música en Senegal, y pide a las mujeres que se hagan valer frente a un sistema patriarcal que, en su opinión, no favorece su autorrealización.
Según la directora caboverdiana Samira Vera-Cruz, no se trata de sacar a la luz a la mujer moderna y dejar atrás a la tradicional, sino de "mostrar todo lo que nos completa".
A partir de su último cortometraje, dedicado a una científica de su país, cree que ha querido mostrar la trayectoria de una mujer científica y ecologista que lucha contra los incendios forestales, al tiempo que pone de relieve a quienes no van a la escuela en su comunidad.
Cree que cuando la gente habla de Cabo Verde, "suele pensar en chicas guapas, en exotismo. Cabo Verde es mucho más que eso", afirma, y hace un llamamiento a otras directoras y técnicas de cine para que intercambien información y cambien la narrativa.
Por su parte, la directora y actriz Babetida Sadjo, de Guinea-Bissau, invitó a las mujeres de la industria cinematográfica a formar parte de los órganos de decisión, señalando que "sus historias son a menudo incomprendidas" dentro de estos organismos.
"Atrévanse a ir a lo más profundo de su cuerpo, de su corazón, para buscar y dar a luz sus historias. No duden en entrar en el terreno de la toma de decisiones", dijo, criticando las respuestas que suelen escucharse durante las deliberaciones de los jurados para obtener financiación: "Este proyecto no funcionará, esta historia sólo interesa a un grupo, o tiene que ser universal, etc.".
Babetida Sadjo, actriz diplomada por el Conservatorio de Lieja (Bruselas), cree haber hecho la promesa de no participar nunca en la estereotipación de la mujer negra africana, ni interpretar papeles que destruyan el trabajo de los activistas.
La productora y guionista senegalesa de la famosa serie "Maitresse d'un homme marié" (Señora de un hombre casado), Kalista Sy, cree hablar de su vida rodeada de mujeres fuertes.
"Crecí con mujeres fuertes, así que ¿por qué debería la sociedad decirme que represente a una mujer a la que no se le permite decir tal o cual cosa?
Kalista Sy, cuya perspectiva durante los últimos años ha sido contar historias desde el punto de vista de las mujeres, se ha beneficiado del Fondo Maïssa para su taller "sala de guionistas", donde diez personas han recibido formación en escritura de guiones y dirección durante el último año.
Lo mismo ocurre con la directora Angèle Diabang, cuya película "Une si longue lettre", adaptación de la famosa novela de la escritora senegalesa Mariama Ba, se benefició del mismo fondo para la posproducción.
El Fondo Maïssa, "para promover el talento de las mujeres africanas".
El Fondo Maïssa, creado el 8 de marzo de 2024, con quince beneficiarias, entre ellas nueve senegalesas en dos años, reafirma así su compromiso con las mujeres, según Christine Fages, embajadora de Francia en Senegal.
"A través del Fondo Maïssa, la embajada de Francia reafirma su compromiso con las mujeres, pero también con la cooperación cultural, la promoción del talento africano y la circulación de historias", declaró.
En su intervención en la ceremonia de homenaje a los ganadores, cada uno de los cuales recibió un "certificado de mérito", la diplomática afirmó que el cine y las películas son dos de los medios más importantes para difundir la cultura africana.Aclaró que el cine y los medios audiovisuales no son meras herramientas de entretenimiento, porque "conforman nuestras representaciones y nuestro imaginario colectivo".
Por ello, señaló, "apoyar a las mujeres en estos sectores significa apoyar una sociedad más justa, más equitativa y más integradora".
Fages alabó el compromiso de la mecenas Aïssa Maïga, que encarna "la excelencia artística y el poder de las historias de mujeres, que es lo que necesitamos en este mundo en el que los derechos de las mujeres están en retroceso, en retroceso en todo el planeta".
Desde este punto de vista, considera que la presencia en Dakar de la directora del documental "Walking on Water" (2021) confiere a este programa "un fuerte significado simbólico y una valiosa inspiración para todos nosotros".
El Fonds Maïssa actúa como incubadora para apoyar proyectos de mujeres en seis países de África Occidental: Cabo Verde, Gambia, Guinea, Guinea Bissau, Mauritania y Senegal.
El director de cinematografía de Senegal, Germain Coly, saludó la iniciativa del Fonds Maïssa y pidió que se escuche la voz de las mujeres para que puedan llegar más alto.
Fuente: aps.sn/