A partir del lunes y hasta el final de la semana, lo femenino se convertirá en la norma. A partir de ahora, hablaremos de alumnas universitarias en lugar de alumnos, y de profesoras en lugar de profesores. En lugar de lo masculino, se elige lo femenino para representar a todo un grupo. El experimento pretende fomentar "la reflexión colectiva sobre las normas lingüísticas y su impacto en el sentimiento de pertenencia y las representaciones colectivas", explica la UCLouvain.

Numerosos estudios han demostrado que el uso de un género masculino genérico lleva a la gente a pensar en términos masculinos: cuando se menciona a ingenieros o informáticos, el cerebro imagina hombres. "Si mencionamos regularmente el nombre de mujeres ingenieras al referirnos a esta profesión, ello repercutirá positivamente en la feminización de estecampo de estudio".minización de este campo de estudio", subraya la especialista en escritura inclusiva Anne-Catherine Simon. Algunos campos siguen estando dominados por los hombres. Sin embargo, "cuando los nombres de los empleos se formulan en ambos sexos ("conviértete en codificadora"), las jóvenes se sienten más motivadas o competentes para ejercer estas profesiones", afirma la lingüista de la UCLouvain. También se trata de "comunicar de forma inclusiva cuando nos dirigimos a grupos formados por mujeres y hombres o personas que se identifican como no binarias", prosigue la universitaria. El reto es escribir textos legibles y fluidos, pero también inclusivos y que no invisibilicen a nadie.

"Durante unos días, UCLouvain quiere animar a todo el mundo a 'descentrarse' y experimentar por sí mismo el efecto de utilizar un género como 'neutro'para referirse a personas no binarias.neutral' para referirse a las personas del otro género", resume Sébastien Van Drooghenbroeck, prorrector de equidad, diversidad e inclusión.

Fuente: www.rtbf.be/