En Tanzania, las zonas marinas protegidas benefician a la economía local
Las áreas marinas protegidas (AMP) polivalentes, cuyo objetivo es conciliar la actividad económica local y la biodiversidad, han recibido escasa atención en la investigación. En Tanzania, las investigaciones han demostrado que el nivel de vida de los habitantes de los pueblos situados cerca o dentro de las AMP se ha duplicado en comparación con los más alejados.
Ante el alarmante colapso de la biodiversidad marina, las áreas marinas protegidas de uso múltiple (AMP) tratan de conciliar la conservación de la naturaleza con el desarrollo económico.
Aunque estas zonas autorizan ciertas actividades humanas, a veces imponen normas estrictas para reducir el impacto de la pesca, laacuicultura, el transporte marítimo y otros sectores en los ecosistemas marinos. Sus efectos reales, tanto en el medio ambiente como en las comunidades locales, siguen siendo objeto de debate y poco estudiados.
Una investigación reciente en Tanzania arroja luz sobre los efectos socioeconómicos a largo plazo de las AMP. Destaca los importantes beneficios para las poblaciones locales, al tiempo que subraya los persistentes retos que plantea la protección de la biodiversidad.
Las zonas marinas protegidas, mal evaluadas
La biodiversidad marina, en constante deterioro, es esencial para el buen funcionamiento de los océanos y su capacidad de regeneración. Esta degradación repercute directamente en los servicios ecosistémicos de los que dependen las poblaciones humanas, por lo que resulta imperativo adoptar políticas sostenibles que beneficien tanto al hombre como a la naturaleza.
Entre estas políticas, las áreas marinas protegidas (AMP) son zonas que permiten determinadas actividades económicas, en particular la pesca, al tiempo que imponen normas más estrictas que las vigentes en el exterior.
Estas restricciones, sobre todo a la pesca, suscitan a menudo temores que frenan la creación de estas zonas. Sin embargo, no hay pruebas sólidas de efectos negativos en la economía circundante. Los estudios existentes, por lo general muy locales y basados en series temporales cortas, sólo ofrecen una visión fragmentaria de las repercusiones reales.
Sin embargo, es vital documentar estos impactos, sobre todo en países de renta baja y media como Tanzania, debido a los importantes problemas que plantea el compromiso entre los objetivos de conservación y los imperativos del desarrollo económico, que a menudo se perciben como contradictorios.
Contrarrestar el colapso de la biodiversidad marina
Las costas del Océano Índico occidental, en particular las de Tanzania, son un buen ejemplo de los retos a los que se enfrenta la gestión de los recursos marinos. Estos ecosistemas están sometidos a una presión cada vez mayor por la sobrepesca y el cambio climático, entre otros factores.
Desde la década de 1980, las poblaciones de peces han disminuido drásticamente debido a la sobrepesca de las flotas pesqueras locales e internacionales, afectando a los 4,2 millones de tanzanos que dependen de la pesca para su subsistencia. En respuesta a esta crisis, en la década de 1970 surgieron iniciativas de conservación marina que se ampliaron en la década de 1990.
Estas iniciativas incluyen la creación de zonas marinas protegidas, que ahora incluyen actividades socioeconómicas como la apicultura, la agricultura y la acuicultura junto a los esfuerzos de conservación.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo?
Un grupo interdisciplinar de investigadores internacionales, entre ellos ecólogos marinos, geógrafos, especialistas en pesca y economistas, ha publicado recientemente un estudio basado en los resultados de unaha publicado recientemente un estudio basado en datos económicos muy detallados para examinar los efectos a largo plazo de las AMP.
Esta investigación es la continuación de un estudio realizado en 2003, que reveló un efecto muy limitado de las AMP en Tanzania entre 3 y 8 años después de su creación. Dos décadas después, los investigadores volvieron a examinar los datos iniciales y reprodujeron el protocolo de encuesta en 24 aldeas situadas en la costa tanzana, a diferentes distancias de las AMP. En cada aldea se entrevistó a una treintena de hogares para caracterizar y evaluar sus actividades económicas y su nivel de vida.
Se utilizó un método de análisis estadístico para construir una muestra comparable de unidades (en este caso, aldeas) que no se habían beneficiado de la intervención (en este caso, la implantación de la AMP).Este nuevo estudio se suma a la bibliografía existente al analizar efectos a más largo plazo que los documentados habitualmente, y extrae conclusiones sólidas.
Un aumento del 50% del nivel de vida
Los resultados del estudio ponen de relieve una mejora significativa del nivel de vida de las comunidades que viven cerca de las AMP, que aumenta en un 50% en comparación con los pueblos más alejados. Estos beneficios económicos benefician a todos los residentes, sean ricos o pobres.
Curiosamente, este aumento no está directamente relacionado con un incremento de las capturas pesqueras, sino con una diversificación de las actividades económicas, sobre todo hacia empleos en los sectores secundario y terciario, como el turismo de naturaleza. Estos resultados cuestionan la hipótesis de que la prosperidad económica de las comunidades locales depende de una biodiversidad marina floreciente.
Sin embargo, la sostenibilidad de estos beneficios sigue siendo incierta. La degradación continuada de los ecosistemas marinos podría acabar perjudicando a todo el sector turístico, con repercusiones negativas en la economía local. Para evitar este escenario, es crucial reforzar la protección de los ecosistemas dentro de las AMP.
Reforzar la protección de la biodiversidad
Considerando que las capturas pesqueras proporcionan una buena estimación de la calidad de los ecosistemas, su funcionalidad y la presencia de biomasa marina, parece que las áreas marinas protegidas no han contribuido a aumentarla. La evolución de las capturas por unidad de esfuerzo entre 2003 y 2021 no muestra ninguna mejora del estado del recurso en las zonas protegidas.
Por lo tanto, invertir en la conservación de la biodiversidad podría resultar una decisión económicamente acertada. Los costes adicionales asociados a una protección más estricta de la flora y la fauna son probablemente mínimos en comparación con los beneficios económicos a largo plazo que podrían generar unos ecosistemas marinos sanos. Al colmar las lagunas financieras y reforzar el cumplimiento de la normativa, las AMP desempeñarían un papel fundamental en la creación de una economía sostenible y próspera.
Fuente: theconversation.com