Educación de calidad para todos

"Antes me sentía perdido en clase. Ahora, con estas herramientas, por fin puedo seguir y entender". Estas palabras de un alumno con dificultades de aprendizaje ilustran el impacto del proyecto "Neurociencia, Educación y TIC", una colaboración entre varias universidades de América y Europa.

Dirigido por la Universidad de Sherbrooke (Quebec, Canadá), en colaboración con la Pontificia Universidad Javeriana de Cali (Colombia) y el Instituto Católico de París (Francia), este proyecto contó con el apoyo de la AUF a través de su programa PRISA (Proyectos Interuniversitarios de Solidaridad en las Américas). Institut Catholique de Paris (Francia), este proyecto fue apoyado por la AUF a través de su programa PRISA (Proyectos Interuniversitarios de Solidaridad en las Américas). Su objetivo es acercar los avances de la neurociencia y la tecnología educativa a las aulas, para responder mejor a las necesidades de los alumnos con dificultades de aprendizaje.

¿Cómo pueden la neurociencia y las tecnologías de la información transformar la educación?

En América Latina, entre el 20% y el 30% de los alumnos tienen dificultades o discapacidades de aprendizaje. A pesar de los avances tecnológicos, las herramientas de apoyo aún tienen dificultades para integrarse plenamente en las prácticas educativas locales.

Ante esta situación, el proyecto "Neurociencia, Educación y TIC" se ha propuesto tender un puente entre la investigación y su aplicación sobre el terreno. A lo largo de dos años, de 2021 a 2023, el proyecto ha permitido :

• Formar a una nueva generación de estudiantes y profesores en el uso de tecnologías educativas innovadoras. Un total de 400 personas han sido formadas, incluyendo estudiantes de pregrado y postgrado, así como profesionales y practicantes que trabajan con niños vulnerables y en riesgo en Colombia. Para ilustrar el impacto de esta formación, varios educadores especializados, logopedas y terapeutas afirmaron sentirse mejor preparados para trabajar con esta compleja clientela.

• Crear un curso universitario sobre neurociencia, educación y TIC, que incluya cuatro cursos híbridos y unas prácticas supervisadas en una escuela.

• Desarrollar una dinámica de investigación interuniversitaria e internacional, con trabajos publicados y próximas conferencias. El proyecto dio lugar a la formación de un equipo interdisciplinar e interuniversitario, que posteriormente publicó varios artículos de investigación y editó un libro titulado Neurodiversity, Technologies and Educational Inclusion (Neurodiversidad, tecnologías e inclusión educativa). El libro recogía estrategias educativas basadas en pruebas para facilitar los procesos de aprendizaje y desarrollo de niños vulnerables y en situación de riesgo. Del mismo modo, se han desarrollado siete aplicaciones que utilizan la realidad virtual y aumentada para ayudar a los niños con deficiencias sensoriales.

De la investigación al aula: ¿cuáles son los retos?

La puesta en marcha de un programa tan ambicioso no ha estado exenta de obstáculos. Uno de los principales ha sido reducir la distancia entre la investigación y su aplicación sobre el terreno.

Gracias a la estrecha colaboración entre investigadores, profesores y especialistas en tecnología educativa, se han desarrollado soluciones adecuadas que se han probado directamente en las escuelas.

"El uso de tecnologías de realidad virtual y aumentada se enfrenta a varios retos, pero el más importante es la falta de concienciación entre padres, profesionales y profesores sobre los beneficios de estas tecnologías. Sin embargo, durante los talleres, los adultos acabaron participando directamente en la experiencia al ver lo motivados que estaban los niños. El proyecto fue un gran éxito", afirma Gerardo Restrepo, catedrático de Neurociencia Aplicada a la Educación del Departamento de Estudios de Adaptación Social y Educativa (Universidad de Sherbrooke), que es el responsable científico del proyecto.

Colaboraciones internacionales

Desde el principio, este proyecto se concibió como un esfuerzo colectivo, de acuerdo con el criterio de solidaridad del programa PRISA. Junto a las universidades fundadoras, otras instituciones se han sumado a la iniciativa, entre ellas la Universidad de Valparaíso (Chile) y la Universidad de Cartagena (Colombia). Los cursos de neurociencia y tecnología educativa están ya integrados en los planes de estudio de varias universidades, entre ellas las de Cali y Cartagena.

En mayo de 2023 se realizaron las primeras prácticas supervisadas en una escuela especializada de Colombia, con un impacto muy positivo. Las primeras prácticas no sólo transformaron la percepción de los profesores, sino que también proporcionaron un apoyo esencial a las familias de los niños con dificultades. Estos éxitos han dado lugar a la organización de coloquios internacionales y a perspectivas de cooperación duradera, como la invitación a la investigadora principal a formar parte de la Cátedra UNESCO de Inclusión Educativa, reforzando así la influencia internacional del proyecto.

"El proyecto prosigue actualmente en colaboración con investigadores de varias universidades de América Latina y Europa. Nuestro equipo está preparando una conferencia internacional sobre el tema para otoño de 2025", afirma entusiasmado el responsable científico del proyecto.

A medida que el proyecto sigue desarrollándose, las ambiciones crecen. Hay proyectos de investigación en marcha para medir el impacto a largo plazo de estas iniciativas en las escuelas primarias y secundarias. Y esto es sólo el principio: los socios ya están planeando nuevas colaboraciones para ampliar el alcance de esta revolución educativa.

El proyecto "Neurociencia, Educación y TIC" es mucho más que una respuesta a una necesidad educativa. Es la prueba de que la ciencia y la educación, cuando se unen, pueden cambiar el mundo.

El programa PRISA se relanzará dentro de unas semanas. Es una oportunidad para que otras instituciones miembros de la AUF se sumen a esta maravillosa dinámica de colaboración interuniversitaria.

Fuente: www.auf.org/