¿Deben reforzarse las competencias urbanísticas de los municipios africanos?
Ante la necesidad de organizar el despliegue masivo, estratégico y sostenible de la ciudad africana, parece necesario densificar las capacidades comunales en el ámbito de la planificación urbana, para que la marca de lo local impregne el desarrollo urbano.
La práctica africana del urbanismo en la época posterior a la independencia se ha orientado mucho más hacia la planificación, en particular mediante el diseño de planes y esquemas. También se trataba de delimitar el territorio y definir los marcos normativos y las herramientas para controlar el desarrollo y la expansión de las ciudades. Esta visión puramente normativa ha impuesto visiones de la ciudad, cuyos límites en términos de desarrollo urbano tienen su eco en el sector de la vivienda.
En efecto, la construcción de viviendas es el resultado de dos dinámicas principales: la iniciativa privada de las poblaciones y los agentes económicos, y la de los Estados, siendo la primera la predominante. Estas dos dinámicas se califican respectivamente como "racionalidad de supervivencia" y "racionalidad de gobierno". Por tanto, la planificación urbana debe proporcionar un marco armonioso de desarrollo que tenga en cuenta los aspectos técnicos y, además, el impacto social.
El reto de integrar un enfoque social
La ciudad africana debe ser observada y leída como el resultado de la participación combinada de varios actores, entre los que casi nunca se encuentran las poblaciones. El reto de la planificación urbana es integrar este enfoque social, a menudo complejo, para ofrecer un mejor entorno de vida. De este modo, la disciplina puede convertirse en un motor de cambio social, para el futuro de las ciudades y su impacto en el desarrollo local, integrando la participación activa de los propios ciudadanos.
La planificación urbana, el dolor de cabeza del proceso de gestión urbana, se simplificaría entonces desde este punto de vista. Todavía habrá que encontrar un equilibrio coherente entre los modos tradicionales de gobernanza que han fracasado y los nuevos modelos híbridos. Esto último debe pensarse para aunar las teorías sociales y de desarrollo en la gobernanza de la ciudad. Porque, como afirmó Mario Pezzini, Director del Centro de Desarrollo de la OCDE, "no es posible separar estas dos cuestiones".
Las ciudades son verdaderos estímulos para el desarrollo. En África, aportan 700.000 millones de dólares al PIB del continente, una cifra que se espera que alcance los 1,7 billones de dólares en 2030. Hay que entenderlos de verdad y aprovecharlos sabiamente para promover el urbanismo sostenible y, por tanto, poder sacarlos de las arenas movedizas de los tópicos que los hacen ingobernables.
Porque como señala el Informe sobre el Desarrollo Mundial 2017, "las políticas no nacen en el vacío". Son el resultado de un complejo contexto político y social dentro de unas normas que cambian continuamente y que están sujetas a la influencia de diferentes actores.
Municipios y planificación urbana
La mayoría de los países africanos llevan varios años trabajando en la aplicación de una descentralización efectiva, pero están surgiendo retos y contradicciones en el ámbito de la planificación urbana. En efecto, este ámbito concierne en primer lugar al municipio, ya que las necesidades que de él emanan son ante todo de ámbito local, pero aunque se despliegue en un espacio territorialmente localizado, no es necesariamente una competencia municipal in extenso. El Estado sigue siendo el guardián por excelencia de la organización, planificación y gestión del desarrollo espacial de las ciudades africanas.
Los municipios que se desarrollan y toman forma en sus territorios tienen un papel fundamental en la planificación urbana, ya que deben decidir y orientar su prosperidad, la belleza de la ciudad, el tráfico general, la salud de los habitantes, etc. Todas estas cuestiones son de especial importancia para ellos. Todas estas cuestiones están relacionadas con las opciones de planificación urbana. Hay que reforzar las capacidades de planificación urbana de los municipios africanos.
Fuente: africa.la-croix.com